viernes, 23 de febrero de 2007



¿Quién no conoce algún remedio casero? ¿Quién no se ha revelado contra la autoridad (aunque haya sido en secreto)? ¿Quién no ha tenido problemillas con los vecinos? ¿Quién no ha tenido alguna idea “diferente” y le han mirado como si fuera un bicho raro? ¿Quién no ha tenido un presentimiento que luego se ha cumplido? ¿Quién no ha formado parte de una coincidencia? ¿Quién no ha despertado envidias cuando las cosas le han ido bien? ¿Quién no se ha visto “perseguido” por sus ideas? En la actualidad, todas estas cosas reciben nombres diferentes y forman parte de nuestra vida cotidiana. Pero en la Edad Media y en el periodo colonial americano todas estas circunstancias (sobre todo encarnadas en una mujer, aunque los hombres tampoco se libraron) se englobaban bajo un mismo nombre: BRUJERÍA.

4 comentarios:

Laurix dijo...

y qué lo digas!! Menos mal que en parte hemos logrado "sobreponernos" a eso, aunque como sasbemos ahora las cazas de brujas (tú ya me entiendes) se disfrazan con otros nombres... (y no me hagas hablar)

Ciudad burbuja dijo...

Pues, en serio, Hierba mora te va a encantar porque una de las protagonistas es ¡¡¡una bruja!!!

anita dijo...

la historia se repite y es cíclica, lo único qeu cambia son los nombre suqe ponemos a las cosas, y hasta no hace mucho hubo una "caza de brujas" en Hollywood ¿no os acordais de los actores vetados porque tenían ideas comunistas"? los mismos perros con distintos collares

Pilar dijo...

Hmmmm, demasiada testosterona en este mundo. Y como ya sabemos, a los hombres no les gustan los cambios :P